Maribel Rojas, Ibarra - Imbabura
Un hombre de 58 años fue condenado a 20 años de reclusión mayor especial por abusar de una consanguínea en el año 2010.
El Tribunal de Garantías Penales con sede en el cantón Ibarra lo encontró culpable en el grado de autor del delito y le impuso la pena. Según la Fiscalía, los abusos se dieron por tres ocasiones cuando la víctima tenía 9 años y el allegado la amenazaba con matarla o pegarle a su hermano mayor si avisaba a sus familiares, por lo que la pequeña guardó silencio.
La madre de la niña se percató de una infección que presentó y ante su insistencia contó que su pariente la amedrentó y que en una ocasión la fue a retirar de la escuela.
El sentenciado en la audiencia de juzgamiento dijo que respetaba a su allegada y la trataba como a una hija, por lo que lo llamaba “papito”. Aceptó que tenía problemas con la mamá de la afectada porque en una ocasión la vio con otro hombre y le reclamó.
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